
Málaga se ha consolidado en 2025 como una de las ciudades más interesantes de España y Europa para quien busca invertir, abrir empresa o trasladar parte de su actividad. Y esta no es solo una percepción de Certus: los datos del VII Barómetro del clima de negocio e inversión extranjera y de la Oficina del Inversor del Ayuntamiento lo confirman.
En 2023, la inversión extranjera en Málaga creció un 37 % y, según el Barómetro, casi ocho de cada diez empresas con capital extranjero asentadas en la ciudad pretendían seguir aumentando su inversión en 2024. A día de hoy, Málaga suma en torno a 453 empresas extranjeras, que generan cerca de 40.000 empleos y aportan más de 1.700 millones de euros al PIB local.
En pocas palabras, Málaga como ciudad para invertir ya no es una promesa, es una realidad económica consolidada.
Una ciudad que convierte la inversión en empleo y crecimiento
Como ya hemos mencionado, Málaga ha pasado de competir a liderar muchos indicadores de atracción de capital en Andalucía:
- Acoge más de 450 empresas con capital extranjero, procedentes sobre todo de Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y países nórdicos.
- Solo entre 2019 y 2024 se implantaron más de un centenar de nuevas compañías, con la consecuente creación de miles de empleos directos e indirectos.
- La aportación de estas empresas al PIB local se estima en más del 16 % de la economía de la ciudad.
Además, Málaga concentra más de la mitad de las empresas extranjeras de toda Andalucía, lo que la coloca como principal puerta de entrada del capital internacional en el sur de España.
Todo ello en un contexto en el que, según el Barómetro de referencia, la mayoría de empresas extranjeras e instituciones consultadas cree que Málaga crecerá por encima de la media de España y de Andalucía en los próximos años.
Tecnología e innovación: el corazón del nuevo modelo de inversión en Málaga
Si hace unos años el relato se centraba casi en exclusiva en el turismo, hoy el gran protagonista es el binomio tecnología e innovación.
El Málaga TechPark (antiguo PTA) es la mejor prueba de ello:
- Reúne más de 700 empresas innovadoras.
- Da empleo a casi 28.000 personas, con varios miles dedicados específicamente a I+D.
- Alberga tanto empresas locales como grandes multinacionales que usan Málaga como base de proyectos globales.
A esto se suma la llegada de centros tecnológicos y hubs de innovación de multinacionales como Google, Vodafone, Dekra, Capgemini o Mercedes-Benz Group Services, además del proyecto de IMEC en semiconductores, que sitúa a Málaga en el mapa europeo de la microelectrónica.
Para un inversor o una empresa internacional, esta combinación es clave: ecosistema tecnológico, talento cualificado y una administración local que ha hecho de la innovación una prioridad estratégica.
Málaga para vivir, trabajar e invertir: talento internacional y nómadas digitales
Otro de los grandes activos de la ciudad es que Málaga no solo es un buen lugar para invertir, sino también un lugar atractivo para vivir y trabajar.
En rankings internacionales como el Executive Nomad Index, Málaga aparece como primera ciudad de Europa y tercera del mundo para ejecutivos y nómadas digitales. Detrás de esta posición hay varios factores:
- Clima y calidad de vida muy por encima de la media europea.
- Conectividad: aeropuerto internacional, AVE y buenas comunicaciones con el resto de España y Europa.
- Infraestructura digital y espacios de trabajo flexible, coworkings y oficinas modernas.
- Un coste de vida más razonable que en otras grandes capitales españolas y europeas.
Los estudios sectoriales estiman que miles de profesionales internacionales trabajan ya en remoto desde Málaga capital y la Costa del Sol, con un gasto mensual claramente superior al del turista tradicional. Para las empresas, esto significa algo muy concreto: es más fácil atraer y retener talento cuando la ciudad donde se ubica el proyecto es también un destino deseado para vivir.
Qué ven los inversores en Málaga y qué piden para seguir creciendo
Según el Barómetro del clima de negocio, los factores que más valoran las empresas extranjeras a la hora de elegir Málaga para invertir son:
- Su localización geográfica y conexiones.
- Los atractivos del territorio: entorno, cultura, turismo, oferta de servicios.
- La facilidad de adaptación de las personas que llegan de fuera.
- La calidad de vida y el buen nivel de las infraestructuras (transporte, comunicaciones, internet).
Pero junto a estos puntos fuertes, las propias empresas e instituciones señalan claramente los retos que deben abordarse para mantener el liderazgo:
- Reducir la burocracia
- Agilizar la constitución de sociedades.
- Simplificar y acelerar licencias y permisos, especialmente en proyectos inmobiliarios, tecnológicos y de oficinas.
- Aumentar espacios para oficinas y nuevas empresas
- Continuar ampliando la oferta de suelo y edificios para actividad económica.
- Potenciar iniciativas de coworking y viveros de empresas, tanto públicos como privados.
- Mejorar la oferta de vivienda
- Gestionar el aumento de la demanda residencial para que el acceso a la vivienda no se convierta en un freno a la llegada de talento.
- Impulsar incentivos y acompañamiento a la inversión
- Diseñar esquemas de incentivos claros y estables.
- Reforzar los servicios de soft landing para que el proceso de implantación sea rápido, ordenado y seguro desde el punto de vista legal y fiscal.
Aquí es precisamente donde despachos especializados en empresa, fiscalidad y nuevas tecnologías, como Certus, juegan un papel decisivo, ayudando a las compañías extranjeras a aterrizar con seguridad jurídica, planificación fiscal y cumplimiento normativo desde el primer día.
Málaga para invertir, una apuesta de presente
Málaga ha dejado de ser solo un gran destino turístico para convertirse en uno de los ecosistemas económicos más dinámicos del sur de Europa. La combinación de empresas internacionales en crecimiento, un tejido tecnológico cada vez más sólido y una fuerte capacidad para atraer talento local e internacional sitúan a la ciudad en una posición diferencial frente a otros polos de inversión.
Para inversores, fondos, startups y compañías consolidadas, elegir Málaga para invertir significa entrar en un mercado con datos contrastados de crecimiento, un entorno favorable para desarrollar proyectos de alto valor añadido y una ciudad que ha sabido alinear calidad de vida, innovación y apertura al capital extranjero.
El reto ahora no es inventar el modelo, sino gestionar bien el éxito: seguir reduciendo trabas burocráticas, ampliar espacios para nuevas empresas y reforzar la oferta de vivienda sin perder competitividad. Si estas piezas encajan, todo apunta a que Málaga no solo mantendrá su posición, sino que continuará consolidándose como uno de los destinos más inteligentes y rentables para invertir en España y en Europa.
