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16 de octubre, 2018

Cuando un empresario extranjero decide lanzarse a la aventura de iniciar su andadura en España hay una serie de decisiones estratégicas que influirán positiva o negativamente en su inversión. En la experiencia de Certus, dejando al margen todo lo relativo a la selección del mercado y obtención de financiación necesaria que deberá haber sido parte del análisis preliminar a la toma de decisión de la ejecución del proyecto, entre los errores más habituales y de mayor trascendencia en este sentido solemos encontrar los siguientes:

1.- Mala decisión en la elección del vehículo societario y del partner.

Hay formas diferentes de poner en marcha un negocio en España tanto desde el punto de vista subjetivo como desde el punto de vista del vehículo societario que sirva de estructura jurídica sobre la que establecer el negocio. Es importante en primer lugar si se va a iniciar la singladura por medio de un socio local (no obligatorio a diferencia de otros países), para lo cual habrá que hacer una selección exhaustiva que nos permita seleccionar el candidato ideal, o bien si se va a iniciar sin socio alguno. El tipo de negocio y las restricciones a la entrada serán las que marquen fundamentalmente la decisión.

Asimismo, la elección del vehículo societario es de vital trascendencia. Ello dependerá fundamentalmente del tipo de negocio y de la estructura que requiera pudiendo elegir desde la entrada inicial de un empresario autónomo hasta la constitución de una sucursal, o de una sociedad de capital u otro tipo de entidades que se ajusten a las características propias de la inversión. Un error en la elección del socio local puede condicionar la inversión y un error en la elección del vehículo puede implicar tener que transformar el vehículo inicial elegido en el idóneo, lo cual puede retrasar los planes de crecimiento de la inversión, al margen del coste que puede suponer dicha transformación.

2.- Mala elección de la localización del negocio: física y del local (instalaciones y licencias)

Dependerá del tipo de negocio, pero lo cierto es que la localización física es muy relevante para el éxito del negocio. Ya sea simplemente porque para los trabajadores tener las oficinas en una zona agradable, o en una zona céntrica, o que disponga de una buena oferta de servicios, facilidades de transporte o aparcamiento es un asunto de vital importancia o con mayor motivo por la propia idoneidad del emplazamiento de cara a los clientes y/o a la imagen que debe proyectar la empresa al público. De igual manera, la elección del local requiere un previo análisis jurídico y técnico en la medida en la que por un lado es imprescindible asegurarse que el local es jurídicamente apto para el desarrollo del negocio que se pretende, y por el otro garantizarse que las instalaciones eléctricas, aclimatación y sistemas son suficientes para las exigencias que necesita el negocio particular que se va a desarrollar.

Un error en la elección de la localización puede implicar un coste adicional de terminación anticipada del contrato de arrendamiento con el coste que ello conlleva, así como la incomodidad para el equipo de tener que estar en situación de traslado de un local a otro y todo ello perjudica el desarrollo de la inversión.

3.- Tentación de solicitar ayudas y subvenciones sin información suficiente

Cualquier ayuda y/o subvención pública en España debido a los antecedentes de mala gestión y desviación de fondos públicos, implican por parte del solicitante un esfuerzo ímprobo administrativo tanto en el momento de la solicitud a la hora de preparar la documentación necesaria como en el momento de justificación del destino de la ayuda y ello requiere dotar recursos específicos suficientes que atiendan las obligaciones derivadas de la concesión de las mismas.

Un error en la gestión de la solicitud o en la gestión de la ayuda puede implicar que no llegue  a concederse, o incluso peor, el inicio de un expediente de reintegro de la ayuda que implique la exigencia por parte de la administración de todo el importe de la ayuda y/o subvención otorgada más los intereses y  recargos correspondientes.

4.- Tantear previamente la selección de talento

En la mayoría de las ocasiones los clientes extranjeros que contactan con Certus lo hacen para instalar en Málaga departamentos de IT de sus matrices extranjeras. En estos casos, es muy recomendable que el inversor se haya asegurado que será capaz de captar el talento profesional requerido para el desarrollo de su actividad.

Málaga ofrece una bolsa de ingenieros muy cualificados en general para este tipo de empresas pero es cierto que cuando el perfil técnico requerido por estas empresas es muy específico es preciso previamente haber tanteado el mercado para ver si se ofrecen dichos perfiles. En caso contrario lo cierto es que las cualidades de Málaga para vivir son un atractivo estupendo que facilita la atracción del talento de fuera de España.  Un error en la selección del talento puede implicar un daño a la inversión y un retraso en el desarrollo del proyecto.

5.- No estar bien informado y/o asesorado

Quizá el error más habitual a la hora de empezar un proyecto en un país extranjero es no ir acompañado de un asesoramiento adecuado no sólo en relación a las diferentes decisiones que el empresario deberá adoptar sino también en relación el equipo de proveedores de bienes y servicios que le acompañen en el desarrollo de su proyecto.

En este sentido hay organizaciones siempre dispuestas a facilitar la labor de softlanding como puede ser el caso de Promálaga que pueden ofrecer soluciones específicas para cada proyecto. Asimismo, es de gran utilidad conocer experiencias de otros empresarios originarios del mismo país de procedencia que el socio inversor, de manera que puedan conocer de primera mano sus experiencias en la implantación, los errores y aciertos de los que puedan aprender y los consejos prácticos que le puedan facilitar.

Es de destacar la importancia de buenos proveedores de servicios tanto de carácter técnico (instalaciones eléctricas y redes) como de carácter profesional (asesores jurídicos, fiscales, contables, laborales…). De ellos depende en gran medida el éxito de la inversión y por ello será esencial que tengan experiencia contrastada, calidad profesional adecuada, conocimiento del inglés como lenguaje de comunicación empresarial y sobre todo un trato en la atención al cliente exquisito.

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